lunes, 14 de mayo de 2012

1. La nutrición de los animales.
La nutrición de los animales es heterótrofa y aeróbica.
Es heterótrofa porque los animales obtienen materia orgánica del exterior alimentándose a partir de otros seres vivos. Los animales realizan un proceso llamado digestión, que deshace los alimentos en moléculas orgánicas pequeñas para que puedan llegar a todas las células del animal.
Es aeróbica porque una vez que las moléculas orgánicas han sido absorbidas las células animales extraen su energía química utilizando el oxígeno de la respiración celular.

2. La obtención de los nutrientes.
En la naturaleza existen muchos tipos de alimentos distintos. Según el modo de obtenerlos podemos clasificar a los animales en:

Herbívoros: son los que se alimentan de vegetales.       Carnívoros: son los que se alimentan de otros animales.
  




















Omnívoros: se alimentan de vegetales y de otros animales.      




Suspénsívoros: se alimentan de microorganismos y materia orgáncia que obtienen al filtrar el agua.


Saprófitos: se alimentan de restos de seres vivos como ramas y hojas muertas, cadáveres o escrementos.

Parásitos: se alimentan de una planta o un animal mientras aún está vivo, por lo que le causan algún daño.


2.1 La digestión.
La digestión es el proceso de descomposición de las moléculas orgánicas del alimento en nutrientes, otras moléculas más pequeñas que puedan ser incorporadas y utilizadas por las células.

En los animales la digestión se realiza en el conjunto de órganos que forman el sistema digestivo. La mayoría de los animales presenta un sistema digestivo formado por un tubo digestivo que va de extremo a otro del cuerpo y que contiene diferentes cavidades. 


El tramo inicial comprende desde la boca hasta el inicio del intestino.  El estómago es la cavidad más amplia de todo el tubo digestivo y sus paredes segregan el jugo gástrico. En este tramo también se encuentran las glándulas anexas, como el hígado, que segregan sustancias que transforman moléculas de los alimentos en otras de menor tamaño. 
En el segundo tramo, los nutrientes que han resultado de la transformación de los alimentos son absorbidos por las células del organismo. Este proceso sucede en el intestino delgado.
En el último tramo, se absorbe el agua. En este tramo el tubo digestivo es más ancho y no presenta los pliegues del tramo anterior, por ello se denomina intestino grueso. Las moléculas que no se han podido digerir y absorber son expulsadas en las heces.

2.2 Respiración
Los animales necesitan incorporar oxígeno que se utiliza para romper estos nutrientes como la molécula de glucosa y generar energía. Existen diferentes estrategias para la obtención del oxígeno del medio, pero la mayoría requiere órganos especializados para esta función. El conjunto de estos órganos forma el sistema respiratorio.

Piel: los anfibios y mucho invertebrados obtienen el oxígeno directamente del exterior a través de su piel, muy fina y húmeda. Se denomina respiración cutánea.

Branquias: los peces y algunos invertebrados, como los anfibios acuáticos, absorben el oxígeno que se encuentra disuelto en el agua a través de las braquias, unos órganos con forma de pluma o de lámina por los que circula el agua.

Tráquea: los artrópodos terrestres obtienen el oxígeno haciendo circular el aire a través de un sistema de tubos ramificados que recorren todo el cuerpo, las tráqueas, que pueden llegar a ocupar la mitad del volumen del organismo.

Pulmones: los vertebrados terrestres y algunos invertebrados disponen de unas cavidades internas que llenan de aire. Son los pulmones que, para aumentar la superficie de absorción de oxígeno, suelen estar divididos en múltiples cámaras o alveolos.


En todos los sistemas respiratorios tiene lugar un intercambio de gases: el organismo obtiene oxígeno del medio y expulsa CO2. Los fluidos internos del organismo, como la sangre, son los responsables del transporte de estas sustancias. Estos fluidos transportan oxígeno desde el sistema respiratorio hasta todas las células, y el dióxido de carbono desde éstas al sistema respiratorio.


3. El transporte de los nutrientes.
En los grupos más complejos, como los vertebrados el organismo dispone de un sistema circulatorio que se encarga de distribuir los nutrientes y el oxígeno entre todas las células del cuerpo, así como recoger los residuos para que no se acumulen en las células. El fluido más habitual es la sangre.

La sangre fluye por unos conductos llamados vasos sanguíneos. Las arterias son los que tienen mayor diámetro y las paredes de mayor grosor.

Los capilares presentan unas paredes muy finas, la sangre se encuentra muy próxima a las células entre las que discurre el vaso sanguíneo, de modo que éstas absorben de la sangre con facilidad las moléculas que necesitan.

Las venas, de tamaño similar a las arterias pero sin el grosor de sus paredes, recogen la sangre que proviene de los capilares y la devuelven a su origen, completando el sistema de los vasos sanguíneos.

3.1 El corazón.
El sistema circulatorio necesita de un órgano que impulse y mantenga en movimiento todo el volumen de sangre que se encuentra en él. El corazón es el órgano que impulsa la sangre por los vasos sanguíneos. 

En la sístole, las paredes que envuelven los ventrículos, las cavidades más grandes del corazón, se contraen y expulsan la sangre hacia las arterias. A su vez las aurículas, las cavidades más pequeñas reciben la sangre que retorna al corazón.

En la diástole, las paredes que envuelven las aurículas se contraen, las válvulas que regulan el paso entre las aurículas y los ventrículos se abren, y la sangre pasa a éstos.